Si hay algo que no tiene cabida en las Fallas son los actos vandálicos, sean de la índole que sean: consecuencia de las fiestas de borrachera, actos de odio hacia un colectivo representado, o, solo por el mero hecho de hacer daño. Un acto así solo demuestra lo peor de algunos que no saben vivir en sociedad ni respetar la propiedad ajena, aunque sea efímera.
La ultima comisión en sufrir daños en su monumento ha sido la Falla Acacias Picayo, del barrio de Benicalap, que ha amanecido con una de las piezas grandes (una fallera) con uno de los brazos seccionados. Al parecer se trataria de un acto vandálico llevado a cabo sin ningún motivo aparente.


La falla, obra del artista Xavi Herrero, ya habia sufrido daños por unos ratones debido al estar almacenada todo este tiempo.